no teníamos mucho en común
un ideario desordenado
y un prolijo desprecio por la raza humana
ganas de tragar un cañón y descorcharnos el cerebro
yo trataba de desenredar la música
mientras vos te deprimías por la letra
te acomodabas un mechón rubio junto a un matafuegos
cuando me di cuenta que no te conocía
dos huérfanos en una bolsa de basura
abrazados
soltaste la única lágrima que te conocí
hiciste un chiste sobre Roy Orbison
y mi capacidad de olvidar lo importante
y registrar las nimiedades
como el mango horrendo del paraguas triste
que asomaba del bolso escaso para el viaje a
no sé qué ciudad
pero que tenía un pin de Radiohead
el silencio en el ascensor
distinto de los otros
tu mirada perdida mientras abría la puerta
la media sonrisa que intentó despreocuparme
el abrazo/palmada con beso asexuado
y un último juguetear con mi pelo
y un último pulsarte el mentón
como nos molestaba
y una media vuelta lenta
pero sin marcha atrás